Menuda cara tuvo que poner el médico que fue a hacer la autopsia.
La policía de la ciudad japonesa de Shizuoka llevó al depósito de la morgue a una muñeca hinchable creyendo que era un cadáver. Habían respondido a una llamada anónima y al llegar la metieron en el vehículo sin apreciar ni la diferencia de peso ni de 'material'.
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