Los mandamases del Vaticano y su ala más retrógrada han estallado de júbilo cuando Benedicto XVI ha apoyado su petición de obligar a los fieles a arrodillarse para tomar la comunión.
El propio Papa ya empezó a aplicar esta norma, y quiere que todos los templos de la cristiandad la impongan.
Obligar a tomar la hostia arrodillado.
Si los propios fieles no tenían ya bastante con acudir a escuchar la palabra del Señor totalmente falseada por la iglesia, y con levantarse y sentarse ridículamente tropecientas veces durante la misa, ahora tendrán además que hincar las rodillas al suelo si quieren recibir la comunión.
Entre esto, la manía de la iglesia de opinar sobre política, su postura ante el aborto (cuando ellos han obligado a abortar a miles de monjas), sus meteduras de pata sexuales, su negativa a recomendar el uso del condón y su forma de considerar a los homosexuales como enfermos...¿queda alguien que de verdad tenga ganas de ir a misa?