lunes, 17 de enero de 2011

¡POR MIS HUEVOS QUE ENTRO A CEUTA!

Alucinados se quedarían los guardas del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que peinan la frontera acuática de Ceuta.
La cámara térmica de que disponen captó una forma de vida moviéndose sobre las olas hacia la ciudad.
Se acercaron al lugar y en plena medianoche, con el mar gélido, vieron venir nadando a un español con traje de neopreno y una mochila a la espalda.

¿Se habría hecho los 14 kilometros de estrecho?
¿estaría de pesca submarina en Alborán y una corriente lo trajo?

Pues ni una cosa ni otra.
Se trataba de un soldado del destacamento de Ceuta que quería regresar de esta forma a la ciudad.
Había pasado la frontera a Marruecos para relajarse un fin de semana en el país vecino, con la mala suerte de perder allí el pasaporte.

Viendo que la policía fronteriza marroquí no le dejaba volver a la ciudad por las buenas, ni corto ni perezoso se fue a una tienda de submarinismo y se compró un traje de neopreno. Se tiró al mar y se puso a nadar para entrar a Ceuta por la vía acuática.
Hasta que fue interceptado y ha quedado en evidencia ante autoridades, militares y la ciudad entera.
¡Con lo fácil que habría sido acudir al consulado español de Tetúan y no lanzarse a aventuras propias de pelis de James Bond!

viernes, 14 de enero de 2011

CONSIGUE EMBARAZOS EN MUJERES CASI ESTÉRILES CON SÓLO UNOS PINCHACITOS


¿Milagro o medicina natural milenaria?
El caso es que la prensa recoge la asombrosa experiencia conseguida por una docena de mujeres con problemas de fertilidad, que sometidas a una técnica de acupuntura han conseguido quedarse embarazadas.
Muchas de ellas pasaban de los 40 años o habían probado incluso la fecundación in vitro, con resultados negativos.

Este milagro de la medicina lo consigue la doctora china Lou Hao Xiao en un centro de acupuntura de Barcelona, donde ha conseguido un 70% de embarazos en mujeres con estos problemas, aplicando una técnica llamada 'útero frío', ya conocida por otros maestros de acupuntura en su país.

La doctora explica que las pacientes sentían un 'frío interno' y que se trasladaba a las manos y a los piés, y que los médicos españoles no tenían en cuenta este síntoma. Y es un síntoma bastante conocido por la medicina oriental, que lo considera un 'bloqueo de sangre y energía', y para el que tienen un método eficaz.