El fundamentalismo islámico (también existe el cristiano, el budista, etc) tiene cada cosa...
una profesora británica, Gillian Gibbons, propuso a sus alumnos de Sudán tomar un peluche como mascota.
Cuando ya lo tenían, les dijo que eligieran un nombre.
Inocentemente los niños eligieron Mahoma.
Algún adulto se fué de la lengua, y Gillian ha sido detenida por ultraje al nombre de Mahoma.
La pena es de 6 meses de cárcel o 40 latigazos.
Ufff...si el obispo de Huelva supiera que uno de mis sobrinos tenía un clic de Playmobil al que llamaba Dios...
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